Es muy comúnn y posible que a tu gato le guste la comida de perro y la coma alguna vez. Para saber lo perjudicial que puede llegar a ser, primero tienes que entender la diferencia entre la comida de perro y de gato.
Los perros son animales carnívoros pero a lo largo de la historia y los años ha comido más alimentos como cereales,vegetales o verduras. Su organismo está preparado para que digiera todo tipo de alimentos, por lo tanto son omnívoros. Por el contrario los gatos no son capaces de digerir muchos alimentos, por lo tanto su dieta es estrictamente carnívora.
Por este motivo su metabolismo es totalmente diferente, y tienen necesidades nutricionales diferentes.
La taurina es un aminoácido cuya presencia evita problemas oculares y cardiacos, interviene en el desarrollo del sistema nervioso e inmunitario y también influye en la reproducción de las gatas. Para el gato no es posible producir taurina, por lo que debe ingerirlo en el pienso. Para el perro , al contrario, no es esencial, y su alimentación normalmente no contiene taurina o la contiene en cantidades muy pequeñas.
La vitamina A es un compuesto que los perros son capaces de producir a partir del betacaroteno. Los gatos no son capaces de hacer esta transformación por lo que el alimento debe llevar esta vitamina. En el caso de tomar un exceso de esta vitamina se pueden producir calcificaciones en las articulaciones y causarles dolor y difilcutad en los movimientos.
La arginina es necesaria tanto para los perros como para los gatos. En este caso la carencia en gatos produce síntomas más graves. La falta de arginina provoca vómitos, hipersalivación y alteraciones neurológicas que pueden llegar a ser letales.
Por último, los perros necesitan una dieta baja en grasas y proteínas pero rica en vitaminas. Los gatos tienen un mayor gasto energético por lo que necesitan una mayor cantidad de grasa y proteína. Además algunos ácidos grasos como el omega3 y omega6 mejoran los síntomas de algunas enfermedades del sistema inmunitario e infecciones de la piel, como alergias.
Por todo esto si un gato come pienso de perro continuado o habitualmente, tendrá carencias que puede producirles graves enfermedades. Y si al contrario, un perro come habitualmente pienso de gato, tendrá un exceso de proteínas que le puede provocar daños hepáticos y renales graves. Por esto es importante que ambos reciban un alimento creado para cubrir las necesidades en ambas especies.
Para evitar que uno se coma la comida del otro, en caso de convivir con perro y gato, es importante crear un hábito de modo que se acostumbren a comer solo del pienso propio, Para ello puedes usar comederos de un color y forma diferente, y situarlos en alturas o incluso si es necesario en habitaciones distintas y supervisar al principio hasta que se acostumbren. Y así te aseguras que comen suficiente, y cada uno de su comida.