Si has tenido la oportunidad de fijarte y tocar las almohadillas de tu gato habrás comprobado lo suave que son. A continuación te voy a dejar alguna curiosidad sobre ellas.
Las glándulas sudoríparas de los gatos están en las almohadillas de las patas, es decir, tu gato suda por las patitas. Mientras caminan van dejando una cantidad mínima de sudor en el suelo, la suficiente para que marque territorio de cara a otros gatos y se sienta agusto en ese espacio.
No hay un sólo color de almohadilla. Cada gato la tiene del color del pelo, y si su pelo son de varios colores , pues estas serán también de varios colores. Asi como algunos gatos las tienen con manchitas.
Las almohadillas de los gatos son muy sensibles. Tienen el sentido del tacto muy desarrollado, lo que les sirve para analizar texturas, vibraciones o temperaturas. Durante la caza esto es muy útil para ellos, ya que pueden saber si su presa está viva o no. Aunque parezca una contradicción, las almohadillas son muy fuertes, y son capaces de soportar altas temperaturas del suelo en verano, andar por zonas de piedras o por donde hay matojos, sin sufrir cortes o heridas.
Sin embargo, en muchos casos estas malas condiciones con un uso continuado puede dañar a las almohadillas haciendose grietas o secandose.
Hay un truco que puedes hacerle en casa para hidratarlas y es muy sencillo: una gota de aceite de girasol.
Limpiamos muy bien las almohadillas y frotamos con el aceite hasta que se vaya absorviendo.Se puede hacer 1 o 2 veces al mes. Para el gato es infensivo y pude lamerse, porque es lo primero que hará nada más le sueltes la patita, y también le irá bien para expulsar bolas de pelo.
NADA DE UTILIZAR CREMAS DE USO HUMANO, BODY MILK O VASELINA !!!!!